Valoración del libro Frankestein educador por Nerea Pérez
Este libro se centra en cómo tiene que estar formado el educador. No se trata de educar como si el alumno tuviese que ser tal y como el educador quiere que sea, por eso no hay que confundir la educación con la fabricación.
Está claro que el alumno se trata de un sujeto al que hay que educar, pero teniendo en cuenta su libertad. Por así decirlo, tienes que ayudarle a construirse, no ha construirlo tú. Se trata de una educación como proceso y no como producto.
En cuanto a la revolución copernicana, la finalidad del sistema educativo es introducir al alumno a los conocimientos del mundo. Esto no quiere decir que lo moldeemos, ni tampoco que estemos fabricándole.
Por ello, pienso que un buen pedagogo tiene que renunciar a toda idea de fabricar a alguien que cumpla con todas nuestras exigencias y que no pueda tomar decisiones libremente. También, saber que los conocimientos los construye cada educando, no puedes transmitírselos mecánicamente, por eso, el aprendizaje depende del alumno. Claro que esto no quiere decir que no podamos guiarles en el camino que quieran escoger.
Lo resumiría en que hay que educar pero dando libertad, es decir, sin tener poder sobre el otro.
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